Después de hacer trekking por la montaña de Montserrat con unas amigas, pensé en escribir un post para el blog sobre ella. Montserrat es la montaña sagrada y un símbolo inconfundible de Cataluña, la cual se ha convertido en un centro espiritual de peregrinaje para creyentes y cultural y excursionismo para los amantes de la naturaleza.
Su nombre, que significa, en catalán, Monte Serrado, hace referencia a su original y curiosa belleza que ha sido formada por lluvias y vientos a lo largo de los siglos. Este lugar, donde vive la Moreneta, la virgen negra de Cataluña, alberga curiosas historias y leyendas que hablan sobre misterios y sucesos paranormales.
Mientras me documentaba para escribir este artículo, encontré una historia tan interesante que, sin duda, merece la pena explicarla. Trata sobre los nazis y algo que buscaban en Montserrat durante los años 30.
¿Qué buscaban los nazis en Montserrat?
A finales de los años 30 un Sturmbannführer de las SS llevó a cabo largas búsquedas alrededor el castillo de Montsegur (Francia) con el fin de encontrar algo que consideraba un valiosísimo objeto: el Santo Grial (el plato o copa usado por Jesucristo en la Última cena). Este oficial, Otto Rahn, habla en su libro Luzifers Hofgesinde de varias cuevas y pasajes subterráneos en ese lugar, el cual fue también escenario de sucesos paranormales y que lo dotan de una magia especial.Más tarde, los nazis relacionaron el Montsalvat, un castillo que aparecía en la leyenda de Perceval, un romance inacabado de Chrétien de Troyes que data de 1210, con la montaña de Montserrat. La historia cuenta las aventuras de un caballero que vivió durante la época del rey Arturo. Éste, se pierde volviendo un día para casa. Siguiendo las indicaciones de un pescador, encuentra Muntsalvashe, un misterioso castillo en el que pasa la noche. Un caballero templario le obsequia con una espada mágica que sangra y esa misma noche una hermosa doncella le enseña el Santo Grial. Al despertar la mañana siguiente, se da cuenta de que el castillo está vacío y retoma su camino a casa, donde es recibido como un héroe y le desvelan su nombre (que hasta entonces no lo sabía): Perceval de Gales. A partir de entonces, el caballero no descansará hasta averiguar dónde se encuentra el Grial, la espada de plata y la razón por la que sangra.
El 23 de octubre de 1940, el Reichsfürer de las SS, Heinrich Himmler, durante su visita a Barcelona, pidió que lo llevaran a Montserrat. Allí, fue recibido por el cura Andreu Ripoll, que le hizo de guía por la basílica de la virgen y la biblioteca. Allí, el máximo responsable de las fuerzas de seguridad del Tercer Reich preguntó por los textos que hablaban de la leyenda de Perceval y el Santo Grial. Ripoll, negándose a afirmar que existieran, le dijo que durante la invasión Napoleónica se había perdió una gran parte de los archivos del monasterio y que no había pruebas que confirmaran una relación entre la leyenda y la montaña de Montserrat. Himmler, sorprendido (y probablemente cabreado) exclamó: “¿cómo es posible? En Alemania todos sabemos que Montserrat es la montaña del Santo Grial”.
¿Qué pensáis? ¿Se tratará solo de una leyenda?
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